A través de las actividades de educación emocional sistémica encontramos solución a situaciones que nos causan dificultad.
Atendemos las emociones, las transitamos sin negarlas o huir de ellas, las gestionamos posteriormente, y las colocamos en el sitio que les corresponde.
En definitiva: poner en orden, nos ayuda a tomar perspectiva. Y cuando se restablece el orden en el sistema de la persona, ésta siente apoyo, fuerza y amor.
La educación emocional sistémica ofrece una práctica valiosa, haciendo salir a la luz aspectos que no sabíamos, o no habíamos considerado, para una vez pasados a la conciencia, poderles ponerl solución.