MUSICOTERAPIA Y terapias ARTÍSTICAS

Todo intento de solucionar aquello que nos impide sentirnos en plenitud y felicidad, merece ser tratado, cuestionado, reconocido, y trabajado.

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Llamar a las cosas por su nombre, es uno de los primeros pasos para solucionar el problema

Todos pasamos por diferentes momentos de dificultad en nuestra vida y, en el mejor de los casos ello nos lleva a buscar herramientas para poder sostenerlos o soltarlos (según convenga) de la mejor de las maneras.

Mi formación en este campo empezó para ayudarme a mí misma, porque soy del pensamiento de que no puedes dar lo que no tienes. Y me gusta poder ofrecer veracidad.

Así, empecé mi andadura certificándome Hay Teacher Training, para continuar con cursos de Coaching, PNL, Programa Alegra, Taller de Clown, Autoestima y Educación Emocional para niños y adolescentes, Grupo de Trabajo de Pedagogía Sistémica, Máster en Musicoterapia, Practicante de Barras de acceso a la conciencia.

Con todo ello, he ido creando los diversos talleres y sesiones de terapia.

Musicoterapia y Terapias Artísticas

La Musicoterapia y las Terapias Artísticas (MYTA), se pueden experimentar de un modo activo o receptivo.

De modo receptivo desde la escucha y la observación, la atención a las emociones, recuerdos y situaciones que nos despierta o nos evoca una determinada música u obra de arte.

De modo activo desde la aplicación práctica de realización de ritmos, melodías, instrumentos, dibujos, manualidades, collages, poemas, canciones, narraciones…

Con una aplicación enfocada en la educación emocional sistémica, y pudiendo tratar la sensibilidad individual de cada persona, se ofrecen ventajas hacia el cuidado personal y la atención a las emociones, dándose situaciones de resolución de conflictos y adquisición de habilidades sociales, así como la proporción de un tiempo de relajación y autoconciencia.

La aplicación de la musicoterapia y las terapias artísticas, puede ayudar en transtornos cognitivos, físicos y psicosociales tales como la ansiedad, depresión, apatía, rasgos de autismo, déficits de atención, trastornos alimentarios, demencias, disfuncionalidades del habla o la movilidad…

Y sus beneficios son numerosos:

  • A nivel cognitivo: aumento de la capacidad de aprendizaje, mejora de la orientación, aumento de la capacidad de atención y concentración, estimulación de la comunicación y el lenguaje.
  • A nivel físico: mantenimiento de la movilidad y de la fuerza muscular, relajación y disminución de los niveles de ansiedad.
  • A nivel socioemocional: aumento de las interacciones sociales, previniendo el aislamiento, mejora de las habilidades sociales y mejora de la autoestima.

 

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